Eglise Saint-Pantaléon

Durante el Renacimiento, la iglesia Saint-Pantaléon fue una parroquia de burgueses adinerados que la adornaron con numerosas obras de arte (imágenes, vidrieras).

Tras la Revolución, se recogieron varias esculturas del siglo XVI que se consiguieron salvar de otros edificios, y terminó transformándose en un importante museo de imágenes religiosas en Champagne.
Los investigadores ubican aquí una sinagoga y, desde 1189, una iglesia con entramado de madera consagrada a San Pantaleón, un mártir cuya leyenda cuenta que le clavaron las manos a la cabeza en Roma en 304.
A principios del siglo XVI fue sustituida por un edificio de piedra, que quedó parcialmente quemado con el gran incendio de 1524.
En 1527, las tierras vecinas que fueron devastadas se anexaron al edifico para reconstruir una iglesia más grande.
En 1570, las partes inferiores se cubrieron con una cubierta temporal y la parte superior se terminó un siglo más tarde.
Sobre 1740, se añadió un tramo y la fachada de estilo clásico.
El sobrio exterior presenta un pórtico con dos frontones superpuestos y un asombroso campanario octogonal, y
el interior crea una sensación de elevación debido a la estrechez de la nave.
En esta iglesia destaca el balcón que la rodea, la bóveda de cañón de madera de 28 m y los amplios ventanales con vidrieras.
Los pilares llevan una hermosa cadena de dos niveles de estatuas.
A la derecha, en el primer pilar, se puede admirar la obra de Santiago de Dominique Le Florentin, maestro de la Escuela de Troyes. en el segundo, Santa Bárbara, con un libro y la palma truncada, obra maestra de la arquitectura gótica troyana. sobre los pilares ante el altar, el púlpito del escultor Simart (1806-1851). en la segunda capilla a la derecha, Fe y Caridad de Le Florentin (1551) y por último, el realista grupo policromado de La detención de San Crispin y San Crispiniano, patronos de los zapateros.
La iglesia cuenta con muchas otras magníficas imágenes policromas.
Las históricas vidrieras, a menudo en grisalla, forman un notable conjunto del siglo XVI. Las vidrieras de la Historia de Daniel y La Pasión, de 1531, marcaron un punto de inflexión para la Escuela Troyana de pintura en vidrio, que hasta el momento había optado por colores intensos.