«Bouchon de champagne», por su forma de corcho
Desde el cielo, el centro histórico de Troyes se perfila muy fielmente como si fuese el tapón de corcho de una botella de champagne. Por eso los vecinos de Troyes se refieren al casco antiguo de la ciudad con ese nombre: «Bouchon de champagne»(1).
Incluso algunos documentos oficiales hacen suya esta denominación popular.
Esta topología y esta toponimia son tan premonitorias como impremeditadas, pues la silueta del «bouchon de champagne» fue trazada cinco siglos antes de que Dom Pérignon «inventara» el champagne.
Una herencia del pasado
El «bouchon de champagne» es, en realidad, herencia del pasado y el resultado de las sucesivas transformaciones de la ciudad: desde la ciudad galorromana hasta la construcción y posterior demolición de las antiguas fortificaciones, pasando por la evolución del curso del río Sena.
Con la ampliación de las murallas en el siglo XII, la fortificación que entonces rodeaba toda la ciudad adoptó su actual forma de tapón de corcho de champagne y las murallas se reforzaron con torres, arcos y puertas.
Afortunadamente, durante la Revolución, la destrucción de las fortificaciones no modificó la fisionomía de este tapón al no construirse casas. Además, los fosos se sustituyeron por « pequeños jardines » que, aún hoy en día, amenizan las vidas de los vecinos y cuya forma convexa recuerda la antigua función de estos lugares.
Nuestros actuales bulevares siguen el contorno de las murallas desaparecidas
En cuanto al champagne… la historia ha acabado dando razón a la «visión» urbanística de los condes de Champagne. Las viñas, que hoy en día cubren las laderas de la colina de Montgueux, limitan el horizonte al oeste de Troyes. Aquí hay una veintena de viticultores que elaboran el valioso vino de Champagne y que tanta fama ha dado a la región en todo el mundo.
(1) El pintor americano Harold Carl Geyer (1905-2005), autor de un libro sobre Troyes, no veía un tapón de corcho de champagne en el plano del casco antiguo, sino una gran iglesia. Según él, la ciudad alta sería la nave, la ciudad baja el coro, el trazado del canal sería el crucero del transepto, la curva del Sena, el cabecero, y la catedral auténtica su altar…
¡Que cada cual saque sus propias conclusiones!