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Del siglo XVII en nuestros días

Siglos XVII-XVIII

La ciudad perdió sus poderes al adoptar un estado centralizado (de 27 000 habitantes con Luis XIV, pasó a 13 000 con Luis XV).

  • 1745: aparición de los primeros oficios de la industria de géneros de punto, actividad que proporcionó a Troyes su título de capital en dicha actividad.
Musées de Troyes

Siglos XIX-XX

  • 1814: campaña de la Francia de Napoleón que hizo sus estudios en la Escuela Militar de Brienne-le-Château, en Aube. Troyes y el norte de Aude se vieron muy afectados.
  • 1870 : ocupación por la armada prusiana..
  • 1939/1945 : 4 años de ocupación alemana. El centro de la ciudad consiguió librarse de los bombardeos. Al día siguiente de la Liberación de París, el 26 de agosto de 1944, el general americano Patton, liberó Troyes. La técnica que utilizó la armada americana para la liberación de Troyes se sigue enseñando en la Academia Militar de West Point (EE.UU.).
  • 1963 : Charles de Gaulle, Presidente de la República, fue recibido en Troyes.

Siglos XX-XXI: Troyes, la ciudad de los mil colores

Troyes es una obra maestra coloreada en blanco y negro. El decorado ideal para un cineasta que vería a sus mosqueteros batirse en una atmósfera con callejuelas medievales. Sin negar la herencia de la Edad Media, la ciudad, en su fisonomía actual, data del Renacimiento. En el conocido «Le beau XVI° siècle», la ciudad se desarrolló gracias a una revolución cultural y artística.

Quinientos años más tarde, Troyes vivió un segundo renacimiento. En los años 60, se realizó la primera restauración de una casa con entramado de madera ((1963-1964), la «Maison du Boulanger». El movimiento se aceleró a mediados de los años 90 al introducirse aplicaciones coloridas con pigmentos naturales, decoraciones pintadas en las fachadas, ventanas esculpidas y trabajadas. Hasta la aprobación en 2003 de un plan de salvaguarda, «Plan de Salvaguarda y Puesta en valor» del casco antiguo.

Troyes la monocromática adoptó un frenesí de alegría y se dejó llevar por la exuberancia de colores. Unos verdaderos fuegos artificiales para celebrar el paso del nuevo milenio.

Verde, rosa, amarillo, azul y rojo para brillar ante los ojos de los visitantes sorprendidos.