Municipio de 19 km², con unos 1100 habitantes y cuyo gentilicio en francés es «clériciens», a 17 km al sudeste de Troyes. Conectado por las carreteras D1, D21a y D49, está a 8 minutos de la salida 21 – Saint-Thibault de la autopista A5 desde París.
Además de contar con una escuela infantil y una escuela primaria, también ofrece una biblioteca y un estadio para sus habitantes. Asimismo, hay varias asociaciones que ofrecen actividades deportivas y organizan desde juegos de mesa hasta fiestas o reuniones para padres de alumnos de las escuelas de Clérey.
Gracias al camping, el estanque «Les terres rouges» permite que los bañistas y amantes de las actividades acuáticas puedan venir en familia o en grupo y quedarse uno o varios días.
La iglesia Saint-Pierre-ès-Liens data de los siglos XII-XIII y sufrió numerosas remodelaciones durante los siglos XVII y XIX ocultando su estilo gótico. La iglesia fue declarada monumento histórico en 1926.
La capilla, conocida como Capilla del Rosario, se construyó a finales del siglo XVI y más concretamente en el año 1588, según reza una inscripción pintada. El altar de madera tallada está coronado con un retablo flamenco. Parte del mobiliario que conserva la iglesia está declarado monumento histórico como: su techo de madera pintada que representa un fondo celeste con ángeles, los cuatro evangelistas en las esquinas y Santo Domingo recibiendo el rosario en el centro, todo ello data del siglo XVII.
Además de varias imágenes pequeñas de santos de piedra caliza policromada del siglo XVI, un Cristo crucificado de madera policromada de 1,7 m x 1,25 m del siglo XVI y una talla de la Virgen con el Niño de casi 1,2 m.
El Sena atraviesa Clérey y en sus orillas aún se pueden observar numerosos lavaderos que son testigo de la vida social del municipio durante casi un siglo, de 1850 a 1950. Entre los números 8 y 10 de la calle du Lac todavía se puede ver un lavadero construido en 1920, y restaurado en el año 2000, que preserva la historia de la vida cotidiana que se remonta a menos de un siglo.
En 1920 el ayuntamiento colocó una placa conmemorativa en un relieve arquitectónico que rinde homenaje a los «hijos que dieron su vida por la Patria» en la Primera y Segunda Guerra Mundial.
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