La venerable ciudad de Troyes se remonta a la antigüedad. Hoy en día, la ciudad está experimentando una importante transformación que comenzó en 1970. Este lento y paciente programa de restauración del patrimonio de la ciudad está unido a la evolución de su economía.
Lo primero que hay que ver es la fabulosa colección de casas de madera que enorgullece a la ciudad. Han recibido un glorioso lavado de cara, adornándolas con una multitud de colores. El agua, sobre la que se estableció la ciudad, también ha vuelto a ser el centro de atención.
Los muelles del Sena son un testimonio elocuente de esto. Antes de serpentear por París, el río pasa por la antigua capital de los condes de Champagne, donde se le infunde un espíritu de moderación.
La ciudad está a escala humana, y el campo nunca está lejos.
La Metrópoli de la Champaña de Troyes ahora recibe a los visitantes que pasan con placer. ¡Déjase conquistar!